El SFF-CGT ha publicado en distintos medios que convoca una huelga en RENFE y ADIF “contra el traspaso de Rodalies de Catalunya a la Generalitat y contra la privatización de mercancías”. Como miembros de la sección de Madrid del SFF-CGT nos gustaría expresar nuestra opinión.

En realidad, parece que la convocatoria de huelga la han realizado los comités generales de empresa de RENFE y ADIF pero, en cualquier caso, en varios comunicados, el SFF-CGT ha manifestado que convoca el paro y ha llamado a las trabajadoras a sumarse a la movilización.

Esta convocatoria de huelga se produce el 7 de noviembre como respuesta al acuerdo de gobierno entre el PSOE y ERC del 2 de noviembre que incluye el traspaso integral de Rodalies a la Generalitat.

La privatización de RENFE mercancías se incluye entre las reivindicaciones, pero no parece que sea el motivo principal de esta convocatoria de huelga, porque el acuerdo para la privatización se hizo el 25 de septiembre, y desde entonces, no se ha convocado ninguna movilización. Parece por tanto que la razón fundamental es la fragmentación de ADIF y RENFE.

El derecho a la movilidad

CGT y el resto de los sindicatos convocantes plantean que existe un riesgo en el traspaso para los derechos laborales de las plantillas de RENFE y ADIF de Catalunya, especialmente en lo relacionado con el derecho a la movilidad geográfica, un derecho muy importante para que las personas trabajadoras de fuera de Catalunya que lo deseen puedan volver a su tierra.

Sin embargo, el traspaso de Rodalies a la Generalitat no implica necesariamente una pérdida de derechos de movilidad, esto dependerá de las garantías que se acuerden para permitir el traspaso de trabajadoras entre empresas. Actualmente no está garantizado el derecho a la movilidad ni dentro de ADIF, ni dentro de RENFE ni para pasar de una empresa a otra, entre otras cosas, por los acuerdos firmados por la mayoría sindical, unos acuerdos que no tienen garantías suficientes y que permiten a las empresas retrasar los traslados durante años o incluso impedirlos.  Los acuerdos sobre movilidad que se firmen en el futuro podrán empeorar los derechos de movilidad o podrán mejorarlos, esto depende de la voluntad de los sindicatos y de la voluntad de movilizarse de las plantillas.

Un servicio de Cercanías desastroso por falta de inversión

Por otro lado, el servicio actual de Rodalies de Catalunya, gestionado en la práctica por el ministerio de transporte a través de RENFE y ADIF, es un desastre. El 80% de los días hay retrasos graves o cancelaciones, fruto de una mala gestión y sobre todo de una inversión muy insuficiente en personal, infraestructura y trenes.  Esto supone un maltrato a las usuarias del ferrocarril público inaceptable, un maltrato que se ha prolongado durante años y años, sin que el SFF CGT haya convocado movilizaciones contra la destrucción de Rodalies y del servicio público de cercanías en Barcelona o Catalunya, como sí han hecho otras secciones sindicales, como la de Málaga o Vigo en defensa del servicio público ferroviario de Cercanías y Regionales / Media Distancia respectivamente.

Quien más sufre la falta de inversión desde hace décadas de Rodalies son las personas que van a trabajar en tren en muchos casos porque no tienen otro medio de transporte. Los retrasos y las cancelaciones continuas de los trenes provocan estrés y problemas laborales (incluso despidos) precisamente en los sectores más precarios de la clase trabajadora.

Lo que necesita Rodalies para mejorar el servicio público ferroviario es más inversión en personal, trenes e infraestructura. El Ministerio de Transportes no ha hecho estas mejoras durante años y ante esta situación la Generalitat reclama las competencias.  CGT no se ha movilizado para reclamar la mejora de Rodalies. No parece muy razonable movilizarse justo cuando se anuncia el traspaso a la Generalitat, porque lo que parece que se está defendiendo no es el servicio público ferroviario ni los derechos laborales, sino la unidad de RENFE y ADIF en todo el país.

¿Defender el servicio público ferroviario o la unidad de RENFE y ADIF?

De hecho, el comunicado de CGT reconoce esta cuestión: dicen que si se fragmentan RENFE y ADIF en empresas más pequeñas la organización sindical es más difícil. Y es verdad, coordinarse entre secciones sindicales de distintas empresas es más complicado que coordinarse entre secciones sindicales de una misma empresa.  Pero esta dificultad para la acción sindical no debería ser el elemento central para posicionarse sobre un traspaso de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas.

Si lo que queremos es defender el servicio público ferroviario y los derechos laborales, y no la unidad de RENFE y ADIF en todo el país, las movilizaciones tendrían que reclamar más inversión en personal, trenes e infraestructura, y garantías de movilidad geográfica para las personas trabajadoras, tanto dentro de las empresas públicas ferroviarias como entre empresas públicas ferroviarias, ya sean autonómicas o estatales.

Pero parece que las huelgas convocadas contra la segregación de ADIF y RENFE no buscan mejoras del servicio público ferroviario ni mejoras de derechos laborales, sino que buscan impedir que haya un gobierno de coalición de izquierdas en España.

Una iniciativa de la ultraderecha golpista

La convocatoria de las huelgas en RENFE y ADIF ha sido iniciativa de los sindicatos corporativos de derechas y alimenta la estrategia de la ultraderecha política, mediática, judicial y policial de usar todos los medios necesarios, legales e ilegales, para evitar que se pueda reeditar el gobierno de coalición de izquierdas.

En este contexto de ofensiva de la ultraderecha para acceder al gobierno por las vías que sean necesarias, es normal que los sindicatos de derechas aprovechen el miedo entre las plantillas de RENFE y ADIF a la fragmentación de las empresas públicas para convocar protestas. De hecho, los medios de ultraderecha lo reconocen abiertamente: los ferroviarios y las ferroviarias somos un colectivo más que utilizar en su asalto al gobierno. Así lo dice el diario ultra “El debate”: “No solo el poder judicial se ha levantado contra los acuerdos. También diplomáticos, técnicos de hacienda, sindicatos ferroviarios y de policía, rectores e inspectores de trabajo”

Que los sindicatos corporativos de derechas hagan esto es normal.  Pero que los sindicatos de clase se sumen a unas huelgas de este tipo no es razonable, porque no buscan garantizar derechos laborales, ni mejorar el servicio público ferroviario en Catalunya, sino impedir el gobierno de coalición de izquierdas, aunque esto suponga allanar el camino a la ultraderecha para que llegue al gobierno de España.

En este sentido, el SFF CGT se felicita públicamente de que las huelgas pongan en riesgo el acuerdo de coalición entre PSOE y ERC. No de que mejoren la inversión, no de que mejoren los derechos laborales, porque esta huelga va de otra cosa.

Y este es un discurso copiado literalmente de la prensa de ultraderecha y neoliberal:

Esta huelga no es lo que parece

En la últimas décadas, el SFF-CGT ha convocado decenas de huelgas en el ferrocarril, siempre en defensa de los derechos laborales y sociales y del servicio público ferroviario. Pero estas huelgas en defensa de la unidad de RENFE y ADIF en todo el país son otra cosa.

Una cosa es movilizarse contra las políticas neoliberales de PSOE y de ERC, cada vez que se producen, y otra muy diferente convocar una huelga para impedir un gobierno de izquierdas cuando la alternativa es un gobierno de la ultraderecha que supondría más desigualdad social, más pobreza, más represión policial y judicial, más ataques al feminismo y a las mujeres, más privatizaciones, menos servicios públicos y más privilegios fiscales para los más ricos.

Madrid, 13 de noviembre de 2023

 Gonzalo Wilhelmi, Montserrat Cepeda, Apolonio de la Guía, Ricardo Aira, Enrique Jiménez.