En la madrugada de hoy 28 de octubre de 2025, un compañero ferroviario ha fallecido en un accidente laboral mientras trabajaba en el mantenimiento de la vía en la provincia de Madrid, tras ser arrollado por un tren. 

Desde CGT nos unimos a su familia y amigos en estos momentos de duelo y al mismo tiempo, denunciamos las causas que ponen en peligro a todas las personas que trabajan en el ferrocarril. 

Según las primeras informaciones, el compañero estaba trabajando en un tren de bateo, que remueve el balastro de la vía. Al bajarse del tren de bateo, ha sido arrollado por un tren que circulaba por la vía adyacente.

Este accidente mortal se ha producido en un ámbito en el que CGT, junto al resto de sindicatos de ADIF y RENFE, llevamos años denunciando la falta de seguridad en los trabajos en las vías, que afectan a todos el personal ferroviario, pero especialmente a los compañeros de las contratas ferroviarias. 

La privatización del ferrocarril es un proceso continuado que desde hace años va comiéndose a trozos el servicio público ferroviario, mediante externalizaciones de servicios a empresas privadas en casi todas las áreas de RENFE y ADIF. 

Primero, los gobiernos del PP y del PSOE reducen la oferta de empleo público año tras año, hasta recudir las plantillas de las empresas públicas ferroviarias a unos niveles tan bajos que hacen imposible la prestación del servicio. 

Segundo, ADIF y RENFE externalizan servicios en casi todas las áreas: atención a las personas con movilidad reducida, taquillas, talleres, mantenimiento de vía, mantenimiento de señales, mantenimiento de línea electrificada, comunicaciones, informática, servicios logísticos, atención al viajero… 

Generalmente, estas externalizaciones son mucho más caras que la contratación directa de empleados públicos, pero la razón de la privatización no es el ahorro, sino poder destinar el dinero público a las empresas privadas amigas del gobierno de turno.  

En servicios como señales, vía o línea electrificada, la externalización supone rebajar el nivel de seguridad del personal por la rotación de trabajadores, las dificultades de coordinación entre distintas empresas y por la precariedad laboral, que permite a las empresas privadas obligar a trabajar bajo amenazas en condiciones peligrosas que los empleados públicos no aceptan. 

Mientras tanto, ADIF mira para otro lado y no hace caso a las denuncias de los sindicatos. 

Esperamos que la Inspección de Trabajo investigue las causas de este accidente que nunca debió haberse producido, porque nadie debería morir en el trabajo. 

Desde CGT seguiremos luchando por una mayor seguridad en los trabajos en las vías de ADIF y contra la privatización del ferrocarril público

Sección sindical estatal de CGT en ADIF

Sección sindical estatal de CGT en RENFE